La crema hidratante es la base de todo buen cuidado de la piel. La crema de día adecuada debe ser como una manta de cachemira supersuave y envolvente para la piel durante los meses más fríos y como una ligera manta de lino para el verano. Debe cuidar, proteger y sentirse bien. Lo más importante es que mantiene la piel sana, tersa e hidratada. Si la piel es normalmente grasa, utilice una loción muy ligera o algo a base de gel. Si tu cutis está bastante seco, considera aplicar una capa generosa de algo más espeso.
La crema hidratante adecuada no solo hidrata y refresca la piel con algunos ingredientes activos bien elegidos, sino que también puede garantizar que se maximicen los sueros y ácidos que aplicó previamente. Cada paso antes de la crema de día puede volverse prácticamente innecesario si lo olvidas. Añade a eso el hecho de que tu maquillaje no quedará tan perfecto a menos que te ocupes primero de esas zonas secas.
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